jueves, 9 de octubre de 2014

LA DIFICULTAD DE APRENDER VERDADERAMENTE



En cierta ocasión, un hombre de gran erudición, fue a visitar a un anciano que estaba considerado como un sabio. Llevaba la intención de declararse discípulo suyo y aprender de su conocimiento.
Cuando llegó a su presencia, manifestó sus pretensiones pero no pudo evitar el dejar constancia de su condición de erudito, opinando y sentenciando sobre cualquier tema a la menor ocasión que tenía oportunidad. En un momento de la visita, el sabio lo invitó a tomar una taza de té. El erudito aceptó, aprovechando para hacer un breve discurso sobre los beneficios del té, sus distintas clases, métodos de cultivo y producción.
Cuando la humeante tetera llegó a la mesa, el sabio empezó a servir el té sobre la taza de su invitado. Inmediatamente, la taza comenzó a rebosar, pero el sabio continuaba vertiendo té impasiblemente, derramándose ya el líquido sobre el suelo.
-¿Qué haces insensato? -clamó el erudito-. ¿No ves que la taza ya está llena?
-Ilustro esta situación -contestó el sabio-. Tú, al igual que la taza, estás ya lleno de tus propias creencias y opiniones. ¿De qué te serviría que yo tratara de enseñarte nada?

LA SEÑORA “MEDIOCRIDAD” Y EL SEÑOR “CONFORMISMO”



Una vez, la “Señora Mediocridad” y el “Señor Conformismo” decidieron levantarse temprano en la mañana, con el propósito de hacer el mayor esfuerzo para hacer realidad sus sueños. 

Esa noche, pusieron su reloj despertador a una hora muy temprana, con el fin de tener el tiempo suficiente para planificar sus metas y objetivos. A la hora fijada, el despertador sonó, sonó y sonó, hasta que la Señora Mediocridad, muy dormida, lo apagara. Murmurando, dijo:

- Qué pereza…Levantarse tan temprano para hacer algo que ni siquiera sabemos si realmente nos dará resultados…

Su marido, el Señor Conformismo, agregó:

– Siempre estás en lo cierto, querida. Estamos bien como estamos…Además, está tan sabrosa la cama…Y los dos siguieron durmiendo.

**************************************
El camino por la vida te exige tomar permanentes decisiones. El hecho de no tomarlas, hará que otros tomen decisiones por ti, lo aceptes o no. Entonces, para lograr acercar a tu vida lo que deseas, debes decidir y aprontarte a hacerlo sin perder más tiempo. Esto implica que comprendas que debes jugarte el “todo por el todo”.

Es “todo o nada”. Cuando decides poner TODO para alcanzar lo que deseas para tu vida, establecerás los pequeños objetivos del día a día y podrás lograrlos. Estarás haciendo tu propio camino, poco a poco.

Procura comunicarte con Dios, para dar gracias constantemente por cada cosa, porque atraerás así lo mejor para tu vida.

Lograr lo que te propones, requiere de un esfuerzo extra o adicional; es dar un paso más, sobre lo que haces cotidianamente. Cuando a este tiempo ordinario, en el que desarrollas tu rutina diaria, le sumas un tiempo adicional para dedicarte a lo que deseas lograr, estás haciendo algo “extra-ordinario”.

Dedícate disciplinadamente a trabajar ese tiempo extra-ordinario, para producir resultados realmente “extra-ordinarios”. Esta es la razón por la que unas pocas personas logran sus metas.

En vez de llegar a tu casa y conectarte al cordón umbilical de tu televisor, ofrécete un tiempo diario para acercarte a lo que realmente deseas para tu vida.

Son los deseos que surgen desde lo más profundo de tu corazón, los que harán que te movilices a hacerlos realidad.

Todo lo que puedes hacer y no haces; todo lo que sabes y no lo aplicas; todo cuando te estanca en la vida, radica en la poca voluntad que tú tienes. Luego surgen en ti las justificaciones, como argumentos cómodos para creer que estás “bien cómo estás” y que “prefieres lo malo conocido, que lo bueno y hermoso por conocer”.

Te propongo que hagas un análisis profundo y comprometido, un verdadero “examen de conciencia”, y descubre tus zonas de conformismo, porque es allí donde no sobresales, donde te conviertes en mediocre y no estás dando uso al regalo más importante que Dios te dio: Ser único e irrepetible.

El hecho de trazarte objetivos, de tener muy claro qué deseas, de preguntarte porqué deseas obtenerlos, cuáles son los valores que guían el deseo de alcanzarlos y cuándo quieres lograrlo; hará que puedas visualizarte obteniendo lo que te propusiste alcanzar.

La Insensatez, es creer que continuar haciendo lo mismo, se va a obtener cosas diferentes. Si tu vida es “siempre lo mismo”, es porque estás haciendo “lo mismo de siempre”.
¡¡¡ Da lo mejor en todo cuanto hagas. Deja que Dios ponga los resultados!!!

CREANDO EL ESCENARIO DE LA VIDA…




Una vez, a un hombre se le pinchó un neumático no muy lejos de una granja, en una remota zona agrícola. El hombre se dijo entonces a sí mismo:
—Allí hay una granja; estoy seguro de que deben de tener las herramientas que necesito para reparar la rueda. Mientras se dirigía caminando hacia la granja, pensó: —Necesito absolutamente esas herramientas. Podría ser generoso y darle diez dólares al granjero por dejarme utilizarlas. Estoy seguro que me agradecerá el gesto. Siguió caminando y pensó:
—Realmente este lugar está lejos y aislado. Si el granjero quisiera cobrarme 25 dólares por usar sus herramientas, tendría que pagárselos.
Más adelante pensó con cierta molestia: Estoy aquí abandonado. Si al granjero se le ocurre pedirme 50 dólares por dejarme utilizar sus herramientas, ¡no tendría más remedio que dárselos!
Cuando llegó a la granja y llamó a la puerta, estaba ya furioso. Cuando el granjero abrió, el hombre le gritó:
—Bueno, ¿Cuánto me vas a cobrar por prestarme tus herramientas, sinvergüenza?
**********************************
Podemos ver cómo este hombre, no sólo adoptó una actitud de acuerdo con el escenario que percibía, sino que de hecho, él mismo creó tal escenario. Muchas veces actuamos guiados por nuestra manera de percibir las cosas, independiente de que aquella percepción este muy lejos de la realidad… Si logramos manejar o detenernos a revisar nuestros pensamientos y a reflexionar el cómo estamos llevando nuestra vida de seguro muy diferente sería nuestro actuar…
¡¡¡ Bendiciones!!!